jueves, febrero 26, 2004

Palabras sencillas y con poco interés general

Siempre el abandono es una cuestiòn de ànimo más que de tiempo limitado. He estado subiendo y bajando, arreglando el departamento, escribiendo, buscando aún respuestas, mirando el mar, gozando la noche sin nubes de Progreso, reestructurando las bases de mi vida, trazando las rutas posibles después de un naufragio. Pido perdón por este alejamiento, sé que han entrado a leer y no he escrito, he recibido varios correos que no he contestado, pero lo haré sólo debo respirar hondo, resolver las cuestiones elementales de superviviencia y dejar que la poesía regrese, he vuelto a escribir poesía, estaba callada, aguardando un buen momento, creo que mi último poema había sido "Puente en una sola orilla" lo pueden encontrar si les interesa en el Link de DIVERSO, en fin escribì un poema y eso significò abrir la puerta al mundo donde me siento agusto, la poesía, siempre la poesía. En fin sólo es un saludo y un recordatorio por no perder de vista el caso de Sifuentes, hasta entonces amigas, amigos, amor, eternidad, perdonen todas estas palabras sencillas y con poco interés general. Por cierto hay norte, el mar está picado y llovió toda la noche, como para ponerse a escribir cartas tristes de amores contrariados...

sábado, febrero 21, 2004

Breviario Peninsular

Ha sido todo tan propicio como si los plomos que detuvieron mi viaje hubieran sido más bien, un par de alas que tomaron tiempo en construirse. EStoy aquí en Yucatán, econtré un departamento maravilloso, en la playa, a dos pasos del mar, en Puerto Progreso, hay mucho que descubrir y escribir y trabajar, estoy listo para todo. Debo agradecer a Porcayo su ayuda y apoyo en esta odisea inicial. POr lo pronto no puedo decir mucho, ah si, del otro lado de mi casa hay un bar de canadienses que pìnta para ser una constante tentacìón. Los espero a todas, todos y más que quieran visitar esta vuelta a residencia en la tierra. Escriban, pregunten, mantenganse cerca. No tengo más tiempo, pero hablaré de lo inabarcable que es este estado, Yucatán, apenas comienzo a descubrir su nombre. Abrazo fraternal y solidaridad con el caso Sifuentes, estaremos al pendiente de esto desde aqui, dando información y buscando apoyo para un colega en apuros.

martes, febrero 17, 2004

Los ciclos no se cierran con las despedidas

Por fin, parece que hoy por la mañana estaré viajando a Mérida. ME despedí de Harald, de Andrade y de Yalú en especial, a los demás los he ido despidiendo poco a poco. Son tantas idas y vueltas que comienza a parecer monótono esto de las despedidas, sin embargo sentir una especie de ausencia por dejar es inevitable. Hoy vi la hermosa ciudad de Puebla, siempre lo bueno se hace mejor si se sabe que terminará pronto. A todos un abrazo desde esta noche donde ese gusano de soledad inevitable anda rondando el corazón. Debo dejar atrás los fantasmas, las ruinas de mi Itaca, los recuerdos dolorosos, la sinfonía de la tristeza en los rincones de lugares que significaban alegría, pasión, literatura. Hay planes, proyectos que parecen traer buenas noticias. El ciclo más doloroso que he vivido se ha comenzado a cerrar desde hace algunas semanas, tal vez un par de meses. Las cicatrices son visibles pero la recuperación satisfactoria. Mérida, por fin, nos podremos tocar con algo más que la intuición. A todas las personas que hicieron de este regreso un tiempo inolvidable y un dolor constante les mando un abrazo y les agradezco por el impulso. Ahora escucho una canción griega que me recuerda muy buenos tiempos en Inglaterra Viastika de Kaiti Garbi y es propicio señalar a la culpable de esta nostalgia: Alma, gracias por la alegría y la música y lo mejor de ti. Poco que decir, el fin de semana, intenso, extraño, raro y profundo. Todo parece apuntar que el camino está listo, hasta entonces...

viernes, febrero 13, 2004

Del azar y situaciones imprevistas

Natalia llegó de entre los años con la misma fuerza de aquella vez en que mi boca besara su brazo en algún lugar del barrio del artista. Un beso en el brazo y más tarde, una historia compuesta más de ausencias que de hechos concretos. Decir que la vida es una gran suma de ausencias hoy no sería descabellado. Desde un lugar del tiempo algunos fantasmas se equivocan y atraviesan paredes prohibidas, lamentos ya zanjados por el tren del hastío. Natalia motivó los recuerdos más intensos de una época ya lejana. Me hizo encontrarme con un yo transcurrido y por momentos dejado de lado; aislado del presente por la sentencia de una aparente maduración que no puede ser más que un dejo resignado de aceptación por el paso del tiempo. Ah con razón hace dos días Almita me decía desde su frontera con Montenegro y Grecia que le parecía estar siempre triste, como si nada me hiciera feliz(que palabra más ambigua). Pero yo he intentado explicarle que la tristeza no es una medida del fracaso sino un estado cercano a la paz, a la calma; y si bien la calma es una forma de olvido no veo porque deba preocuparnos caer en un abismo de amnesia, una caverna de silencio, un charco a la mitad de Ratcliffe Road después de la nevada.

Hace unos días le dije a una amiga que los días nunca son iguales (oh gran revelación), que el placer de lo cotidiano es su cualidad de imprevisible y frágil, nada termina siendo lo mismo, ni uno, al influjo de la memoria traicionera, encuentra en los recuerdos una constancia, todo se vuelve niebla, nombres cambiados, lugares sin mar a los que les inventamos brisa y sólo así encuentran una sábana que horme su torpeza los fantasmas(quise ensayar una sintaxis a lo O’Gorman).

He leído poco estos días (sólo un par de capítulos de Sucesos y diálogo de la nueva españa de Gonzalo Fernández de Oviedo). Mucho movimiento emocional, mudanzas, borracheras, pláticas interminables con los amigos escritores de siempre. Mérida, parece una metáfora de horizonte inalcanzable. Imagino que los días anclado han obedecido más a una falta de viento propicio que a una posibilidad de tormenta en lontananza. Ya no digo el día pero sé que pronto estaré acariciando las puertas del mundo maya, estaré nadando en el espejismo que me trajo el desencanto. Mérida, buen lugar para iniciar el ciclo de novela inglesa y norteamericana que me he propuesto, acostado en una hamaca, pensando en qué demonios me trajo al sur, yo que siempre he vivido pensando en la nieve y los puentes, en la oscuridad y el frío, en el mate de coca o el vino caliente, tanta imaginación del frío y yo leyendo a Faulkner, Hardy, Joyce, Fitzgerald, James o Dickens. Pensando en por qué no terminé de leer Moon Palace cuando estuve en Puebla o por qué estoy en un lugar que no conozco buscando quién sabe qué explicación a la piedra filosofal del silencio. Hasta aquí...



Cortazar, siempre tú, un día como hoy, te dejas caer de las efemérides para llenarlo todo de mate ya lavado, de los encuentros casuales sin casualidad (¿Por qué aún no puedo irme a Mérida? ¿Tú lo sabes?). Julio por todas partes, en todas las recaídas, cronopio, te dejo en paz, muchos hoy seguirán colgados de tus barbas, llorándote, y tú, partiéndote de risa.



miércoles, febrero 11, 2004

Vámonos de México

Han sido tantos sucesos en tan poco tiempo. Hoy debería ya estar en Mérida pero el viaje se atrasó. Desde una gripa (que sólo les da a los que cometen todos los excesos en un fin de semana gélido) hasta las lesiones de mis compañeros de viaje, uno célebre por sus derrumbes en estado etílico. Han existido anécdotas divertidísimas, han llegado personas increíbles, sobre todo Yalú, una revelación de alcances sensibles y tragedia amorosa al mismo tiempo. No me explico cómo las mejores personas terminan siempre con las personas menos indicadas para sublimar sus virtudes. Ha sido tanto que mejor me voy por un tema que hace un par de días nos asaltó a los que formamos parte de Diverso. Si bien la literatura y las mujeres ocupan la mayor parte de nuestras pláticas, nos asaltó la vorágine de los tiempos políticos del país. El cambio ha llegado, pero nadie advirtió que cambio no siempre es algo mejor sino al contrario. Estamos hartos de Fox y de todo lo que de él se desprenda, manifestantes incluidos. Me preguntaron que si sabía quien ganaría en el 2006 y yo creo que todos perdimos desde el 2000. Qué frustración leer los periódicos y ver cómo los sueños de redentora de Sahagún, las pendejadas del gabinete o la ya no sorprendente incapacidad del presidente van minando el presente y el futuro de la vida política. Dicen que El peje va a ganar en el 2006. Ojalá. Pero lo dudo mucho. Aún los mexicanos tenemos mucho que aprender para que eso suceda. Veremos qué pasa. En realidad lo único que quiero decir aquí es una invitación que leí ayer dice:



"Yo nada más pienso que si Marta Sahagún logra la Presidencia habría que crear un fideicomiso que se tendría que llamar "Vámonos de México". René Drucker Colín (La Jornada 10/02/2004)"



Yo digo que de una vez por todas nos vayamos del país maravilloso de Fox, vayámonos de una vez a la chingada.



lunes, febrero 09, 2004

Laconismo bruto

Tanto que puede pasar en sólo tres días, tanto, como para dormir todo el lunes y despertar el martes con la mente en blanco, listo para olvidar los excesos y la caída permanente en los vicios. Como siempre, la ruta del día cambió. Hay tanto que decir y tan poca energía, estoy exhausto, moral, fisica, mental, espiritualmente, debo dormir; No pensar en las tormentas que se desatararán con los sucesos de estos días. Mejor, poner un poema de Idea Vilariño que leí hoy:



NADIE

Ni tú

nadie

ni tú

que me lo pareciste

menos que nadie



menos que nadie

menos que cualquier cosa de la vida

y ya son poco y nada

las cosas de la vida

de la vida que pudo ser

que fue

que ya nunca podrá volver a ser

una ráfaga

un peso

una moneda viva y valedera.

jueves, febrero 05, 2004

De aquel lugar que algunos llaman Inglaterra

De pronto todo tiene que ver con Leicester. Ayer hablaba con Palacios sobre la pequeña ciudad donde sucedió el año pasado mi vida. Hablamos de las noches de cervezas, de las personas, de los olores, del frío y el verano caluroso, de la tristeza y la gran alegría. Inglaterra fue el lugar de los sueños, de las pesadillas, de la soledad más estúpida, del amor más recompensado, de las despedidas y las vueltas de tuerca a la Henry James. Fue Stonehenge o Brighton, Cambridge o Edimburgo, las papas al horno con pollo al curry en Nottingham, las borracheras en clubes oscuros y sórdidos de Birmingham o las reuniones en casa del viejo Immy (Alias Jaime) que ni es tan viejo y en cambio es un poeta ingles con nombre y sangre pakistanì(asì se escribe?) amante del cricket y devoto de Alà. Fueron también las tardes de Nixon Court viendo películas de Truffaut, Godard y Bigas Luna. Las sesiones especiales de Amores Perros o Y tu mamá también. Las salidas con las francesitas Alex y Hakima. Fue el castillo de Warwick o la estación de Leamington Spa donde alguien me robó el mes de Abril. La National Gallery de Londres donde pasé varias tardes mirando los Seurat, los Pisarro, los Delacroix, las pinturas napoleónicas, los retratos victorianos de condes y duquesas pálidos y mustios. Los sauces de Stratford upon Avon, el river Soar o el Thames. Las cervezas frente a Scotland Yard y el parlamento, el loco suspendido en un cubo de plástico a un costado de Tower Bridge. El departamento de dos recámaras cerca de Russel Square donde acaricié un sueño de amor y literatura. El tren de Loughborough al regresar de París una tarde triste y soleada. Los paseos por Victoria Park o el Hash de Alessio y "Oasis" un inglés del Essex, clon de John Lennon en la época de Help. Era el fútbol con los chinos; Eran tantas otras rutas y ojos brillantes de mujer enamorada. Era una isla melancólica a la manera de Melville, la música de Silvio, Sabina y Pericos al llegar de las fiestas en las casas de Ratcliffe Road; era un cuarto pequeño donde confluían todos los sentimientos y amores. Cuatro paredes multiplicadas por un número indecible de sensaciones. Era mucho más que todo esto, tanto que no menciono, pero debo hacerle como el Marco Polo de Italo Calvino y no hablar de mi ciudad, de aquel lugar que algunos llaman Inglaterra, por temor a que se convierta sólo en palabras y deje de existir en el tiempo. En la novela Andrés le escribe una carta a Bolivia desde París: “...y sólo nos queda una nostalgia profunda. Los nombres sólo son lugares con los que soñamos, Bolivia. Todos nos sentamos algún día a esperar el tren... alguna vez terminamos coincidiendo con la soledad en el mismo callejón y no le hablamos. O entregamos besos y caricias a una entelequia mientras subimos por elevadores orinados. Todos, Bolivia, estamos condenados a darnos un frentazo contra la impotencia...”



Esto es para ti Alma, parta ti Fal, para ti Palacios dondequiera que se encuentren. Desde Puebla, lejos de las estaciones de tren y la esperanza.



Arturo

martes, febrero 03, 2004

Odio todo lo que me es ajeno

La zona indefinida o la inconducta pertinaz

Se va acercando el plazo, las fechas definitivas nos rompen el orden natural y terminan siendo fechas de referencia, plazos que se cumplirán por el peso propio de su inercia. Mérida, debe esperar hasta el lunes. No está nada mal, debo cerrar los ciclos pendientes, dejar todo listo como para no volver a pasar por esta zona indefinida del retorno a la Itaca derrumbada. ME han preguntado tantas veces por qué me voy, qué busco, por qué Mérida. HAy tantas respuestas, dejaré que la novela explique algo parecido, aunque en el libro tiene otro contexto, dice:



"Estaba seguro que yo nunca busqué a ninguno de ellos -salvo en el cementerio de Pere-Lachaise o Montparnasse- que más bien me buscaba a mí; y en ese “mí” cabían varias posibilidades, la alergia a los gatos, la frustración de siempre, la calle deseo, Bolivia, el recuerdo de Laurie, la casona del refugio, las aventuras con Palacios, el tiempo perdido, pero no a la manera de Proust sino a la manera obcecada del insatisfecho prematuro en quien me había convertido."



Por ahí tal vez va la cosa, en realidad hay mucho de eso y también de apuesta, de intuición, de obediencia al satori que hace algunos meses tuve en un pequeño teatro que presentaba el golem de FAUSTO más en forma de lago de los cisnes que de condenación y mefistofelesología. En fin que hay una especie de fantasma que acompaña mis decisiones, el de la inconducta pertinaz, la zona parálisis, el cuadrante místico-nuboso, el tríangulo de las bermudas de la esperanza, cosas así.

Por lo pronto hoy, tomé un café con Harald y Miguel Ángel, más tarde se incorporó Elías y como siempre hubo risa, ironía y plática sobre mujeres (tema infaltable), más tarde una visita a Porcayo para planear bien lo de Mérida. Hoy hablé con una mujer de ojos negros como abismo vertical o nube, estaba felíz, nos reímos, cuántas barreras plantea un idioma, cómo se llama la calle de tu casa "Ri. Froosina Plaqu Lajja 21 dhjeetori godina 31-. Herja 7" me respondió. Tardamos 15 minutos en podernosla comunicar. Ella ahora debe estar volando rumbo a su Itaca personal, una isla fría y gris (lugar común de las islas en los mares del norte) que en verano es verde, colorida, como el fuego acrisolado de una vela. Hasta su aventura insular, un abrazo, suerte, que haya menos ruinas en los nombres conocidos, en los fantasmas del pasado, en los sonidos o el sabor de la cerveza Guiness, que las que yo encontrè en Puebla.

Es tarde, hay que leer, terminaré el cuento de Cortázar "Carta a una señorita en París" de vomitivo conéjico y después navegaré en una última adquisición, la poesía completa de Vallejo, el buen amigo cubano José Prats dijo, nada como leer un poema antes de dormir, tiene razón. Buenas noches y madrugadas a los que leen esta especie de soliloquio virtual. Mañana toca taller de novela y una exposiciòn de pintura en la UDLA, voy con la pintora Adriana Perea -no hay que perderla de vista- con ella hay un proyecto interesante, pintura y poesía, hay inconductas menos dañinas que otras, esta parece indicar que mi vida puede recuperar esa suerte de alas que perdió en algún lugar del año pasado. Agradezco a mi papá que nos invitó a jugar a Pantagruel en un restaurante Argentino donde devoramos con placer bifes de chorizo, churrascos, Lomos y otras delicias. Ya hablé demasiado, vale por todo el silencio del fin de semana que estuvo por cierto muy divertido aunque poco útil para este blog. Abrazo desde esta noche de indigestión y pausa.